ENTRE LO CIERTO Y LO VERDADERO

oscar-tenreiro-Mano-abierta

Imagen destacada: Insistir en las posibilidades que se abren en La Carlota es indispensable.

Oscar Tenreiro / 25 Septiembre 2007

1. Para Farruco Sesto

Durante mucho tiempo compartimos, si no la pasión, al menos la preocupación por la arquitectura. Fue un tiempo de dificultades, de algunos logros y sobre todo de muchas esperanzas. Al cabo, creí estar seguro de tu determinación de abrirle paso a la arquitectura en cualquier circunstancia.

Confío en que aún persista el sedimento dejado por el debate sobre los grandes temas de la arquitectura que nos ocuparon en el trabajo y en la docencia universitaria, una confianza que supera al hecho de la imposibilidad, desde hace algún tiempo, de cualquier contacto personal.

Es en nombre de ese tiempo y esa confianza que recurro a ti públicamente para pedirte ayuda en nombre de los ciudadanos de Caracas.

Sabes de la importancia de La Carlota para esta ciudad. Hablamos mucho de ello cuando en nuestro Taller Firminy de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central hicimos un ejercicio exploratorio que nos ayudó a todos a comprender mejor la extraordinaria oportunidad que La Carlota era en términos de revitalización de sus límites, de la oferta de espacios abiertos, rituales y pasivos; y de las posibilidades para ubicar en su territorio la arquitectura institucional de la que la ciudad carece.

Estoy apostando a que no apruebas, como arquitecto, la iniciativa que otro despacho ministerial distinto del tuyo lleva adelante en relación a comprometer un “pedazo” de La Carlota para la construcción de viviendas, sin que medie un estudio de conjunto. Ha habido otras propuestas desde niveles de gobierno o de simpatizantes con la realidad política actual, que pasan igualmente por alto la necesidad de un estudio básico serio que fije un marco de referencia unido a las necesidades reales de Caracas.

Y es eso lo que quiero pedirte. Que en atención a la realidad política que estamos viviendo, que nos remite directamente, para toda decisión importante, a las convicciones del Presidente de la República, le plantees desde tu rol de colaborador cercano la necesidad de hacer un alto en los planes que se anuncian. Que lo hagas comprender la necesidad de establecer un marco de referencia que conduzca a la elaboración de un Plan Maestro para La Carlota que establezca las grandes líneas para su utilización, las cuales bien podrían estar vinculadas a estudios conjuntos entre Organismos Públicos e Institutos Universitarios. Todos los habitantes de esta ciudad, lo sepan o no, agradecerán el éxito de tu gestión.

2. Sobre el Plan Maestro.

Estos podrían ser algunos de los puntos a considerar por un marco de referencia que oriente el Plan Maestro para La Carlota.

Como un asunto esencial, superior a todos los demás, decidir si se abandonará la idea de una “pista de emergencia”. Una “pista de emergencia” para que sea operativa, no es otra cosa que un aeropuerto de utilización baja. Ni más ni menos. Por eso, conservarla es, en cierto modo, negar el aprovechamiento integral de La Carlota. La sede de la Fuerza Aérea, sin embargo, puede perfectamente permanecer donde está, vinculada a un importante Helipuerto.

Si se decide eliminar el aeropuerto definitivamente, habría que:

1) Establecer si se preservará la condición de “isla” que la Carlota tiene o si se desparramará la ciudad sobre ella. Pensamos que La Carlota como “isla”, tal como Central Park en Nueva York, adquiere su máximo valor para la ciudad.

2) Es fundamental que en La Carlota haya una estación de Metro. No sólo la que se propone frente al CCCT sino otra a la altura del Parque del Este. Esa decisión implica mantener el mismo trazado original de la Línea 4, que hoy en día, según hemos sabido, se ha propuesto continuarla en dirección al Norte proponiéndose una estación en Bello Campo de muy difícil justificación.

3) Determinar las conexiones viales Norte-Sur. Si deben ser o no superficiales en toda su extensión. Si conviene o no que “corten” a la Carlota. Como referencia, conviene recordar , de nuevo, que Central Park en Nueva York tiene sólo tres conexiones Este Oeste en una extensión tres veces mayor.

4) Definir un “anillo” vial de servicio interno de La Carlota. Definir los tipos de contacto de ese anillo con las avenidas del perímetro y con la Autopista del Este.

5) Establecer unas condiciones mínimas para la conexión entre el Parque del Este y la Carlota.

6) Definir el tipo de contacto con la ciudad en las márgenes no afectadas por la autopista. De acuerdo a la definición de esos “contactos”, establecer si se permitirá inversión privada en esas márgenes buscando la sustentabilidad económica del conjunto.

7) Establecer un programa básico de opciones de uso para toda el área.

3. Un buen texto

Esto publicó Farruco Sesto en El Diario de Caracas, el 8 de Enero de 1991:

Partamos de un axioma: nuestro país no ha conocido hasta ahora una situación de plenitud democrática en la vida de sus instituciones. Es difícil que en ellas tenga prioridad el análisis despierto de los problemas y la libre discusión de las soluciones. Falta democracia, creo yo. Pero también se puede decir que falta nobleza. Siempre algún rasgo autocrático del funcionario de turno, en cualquier instancia, sobrenada sobre los intereses profundos y los objetivos de la institución. Como decía un amigo, la idea de la autoridad se impone sobre la autoridad de la idea.

La intuición y el contacto amplio con la vida ciudadana, nos hace pensar que ello es así en todas las instituciones. Pero es nuestra condición activa de arquitectos la que nos dice que, al menos en lo que respecta a las obras públicas, no hay lugar a dudas. Aquí la autocracia, barata autocracia, inculta autocracia, de los funcionarios, se impone sobre cualquier idea que roce de lejos un planteamiento cultural. Que en las obras públicas no sólo no ha entrado en la cabeza de los funcionarios. Que hay algo más. Que la arquitectura es cultura y que la ciudad es el más importante objetivo cultural de la sociedad, todavía no ha podido ser entendido, ni mucho menos asumido, por los funcionarios de Obras Públicas.

No importa que incluso a veces tales funcionarios sean arquitectos. No hay manera. Es algo que, definitivamente, parece responder a la desviación populista, partidista y autoritaria, de las instituciones.

De tal manera que, a mi juicio, la dramática necesidad de nuevas políticas en materia de obras públicas es un elemento más del grave problema democrático.

Farruco Sesto

Es un escrito como éste, que sé que fue sincero, el que me ha impulsado a solicitar que Farruco Sesto sea el portavoz de los ciudadanos de Caracas en relación a La Carlota.

4. Pérez Jiménez sobre La Carlota.

El siguiente es un fragmento de una entrevista que le hice a Perez Jiménez el 5 de Febrero de 1995, en su casa de Madrid, que fue publicada por Farruco Sesto ese mismo año en la revista “Ciudad” de la Alcaldía de Caracas, en tiempos de Aristóbulo Istúriz.

Oscar Tenreiro. Aquí tocamos un punto bien interesante. Fíjese usted. En esa época, cuando ustedes hablaban de hacer algo en La Carlota ¿qué se discutió desde el punto de vista militar en cuanto a la eliminación del aeropuerto?

Pérez Jiménez. Es un absurdo tener enclavado un aeropuerto en el corazón de una ciudad.

Eso no se justifica desde ningún punto de vista. eso hay que sacarlo de ahí.

OT. ¿Y cómo es que ha habido ahora tanta polémica? Porque cada vez que se habla de que el aeropuerto no debería estar allí siempre sale alguna voz que se supone basada en el conocimiento de cuestiones militares que dice…

PJ. Pues si es una voz militar es una voz equivocada, es una voz que no tiene ningún mérito, ningunas credenciales para dejarse sentir, porque es un absurdo tener un aeropuerto de tipo militar allí. Además, como nosotros pensábamos vincular más el Litoral con Caracas, con nuevas vías de comunicación, al Aeropuerto se podía llegar por la actual autopista y por la autopista a través del túnel, desde el otro lado. Y también a través de los teleféricos. De manera que entonces no se justifica meterle a Caracas, en el medio, un aeropuerto con todos los inconvenientes que eso significa. Y si hay alguna voz militar que opina lo contrario, pues es una voz absurda.

Y sigue la entrevista…