ENTRE LO CIERTO Y LO VERDADERO

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SOBRE EL BLOG

La lúcida distinción que estableció Giambattista Vico entre «il certo e il vero» sigue vigente hoy y se reviste de significación especial para nosotros los arquitectos. El debate arquitectónico se apega a temas, ciertos sin duda, que al preocupar sólo a una parte de los potenciales participantes se alejan demasiado de una posible verdad. Y ni siquiera eventos con fuerza decisiva como la crisis económica global han podido influir claramente en su reformulación. Se continúa prolongando en términos casi obsesivos lo que ha sido el asunto central para mucha de la arquitectura de éxito que se construye en el Primer Mundo: la búsqueda de la novedad. Dejando en segundo término la discusión sobre los rasgos más propios del esfuerzo de construir, como la solución de problemas, el trabajar por una noción de viabilidad económica generalizable, la integración a un lugar, la búsqueda de más profundas raíces culturales. La especificidad de cada respuesta sin perder la capacidad de diálogo universal, tal como lo ha hecho siempre la gran arquitectura, debe ocupar el espacio que hoy colma la moda y la retórica al día, llena de lugares comunes.

Y esa búsqueda de la novedad tiene además un peso tan excesivo y se ha asociado de tal modo al consumo de las imágenes de arquitectura que los países periféricos se limitan a seguir la inercia de ese debate central sin comprender que su mirada, su sesgo, sus realidades contradictorias y difíciles podrían constituir un bienvenido contrapeso porque actuarían como un reclamo de veracidad que presione hacia el necesario equilibrio. Equilibrio que estamos convencidos que propone la revaloración ética de la mirada «moderna», que si bien va transformándose con los procesos históricos y culturales, no ha perdido vigencia.

Con lo que aquí escribo es mi intención dejar una modesta contribución a la búsqueda de ese equilibrio. Hasta 2015 fueron textos escritos semanalmente para ser publicados en un diario de mi país comprometido en una lucha difícil para recuperar la democracia. En ellos hay, con más frecuencia de lo que yo mismo desearía, referencias directas a la situación venezolana. Esa insistencia de participar en una actualidad política me llevó a pensar, lo digo ahora en julio de 2021, que debía eliminar ese tipo de artículos en la nueva organización visual del blog. Pero decidí dejarlos porque son en definitiva muy expresivos de lo que ha sido el contexto en que he practicado un tipo de escritura plenamente comprometida con nuestra difícil y contradictoria realidad.  Y al tiempo que informo de mi propósito (2021) de ampliar el abanico de temas sobre los cuales reflexionaré hago notar que en los escritos que se leerán aquí está presente también, en primer plano o como fondo de escena un tema típicamente moderno: el deseo de hacer comprender, sobre todo en el medio cultural venezolano, el papel de la arquitectura como instrumento de transformación de la ciudad. Y la convicción de que la arquitectura es un oficio que exige de quien lo practica algo más que el desarrollo de sus destrezas y el esfuerzo de hacerse notar. Que requiere la comprensión y en consecuencia la crítica, del contexto en el que la arquitectura se construye.