Oscar Tenreiro
Este blog ha tenido ciertos problemas. Destaco dos. Uno técnico que es la desaparición de la página de INICIO de la lista completa de entradas desde mayo de 2007 cuando comenzó el Blog, lista que ahora va inserta bajo el nombre «Archivos» abajo a la derecha cuando se abre alguna entrada, una ubicación menos favorable para llegar a la información. Ya veremos cuando será posible que la lista regrese a INICIO, me ocuparé de lograrlo.
El segundo problema es humano y de mucha mayor importancia: yo mismo he dejado de frecuentar el Blog, es decir, he dejado de escribir en él. ¿La razón? Un cierto cansancio que me atrevo a llamar espiritual sobrevenido con la edad, cansancio que me robó mi natural interés por la lectura y consecuentemente el interés por escribir, ambas cosas hasta ahora fundamentales para mí. He dejado en efecto de escribir, así como también de leer más allá de las típicas cosas de Internet entre las cuales no incluyo las llamadas redes sociales, hacia las cuales no oculto mi extrema y militante antipatía.
Pero no hace mucho encontré un estímulo para escribir y regresar al Blog, al menos por el momento: Teresa de la Parra (1889-1936) la escritora venezolana. Leí la mayor parte de su obra y escribí sobre ella un ensayo que publicaré aquí en las próximas horas. Nada de eso con relación directa con la arquitectura; indirecta sí, como cualquier tema de la vida, y mucho sí, producto de mis inquietudes de estos tiempos de viejo…arquitecto.
Advierto que el ensayo es un poco largo y por ello mismo ajeno a la prisa electrónica y a la disposición para leer de la mayor parte de los que frecuentan, precisamente, las redes sociales, pero creo que tiene interés como herramienta para despertar el interés por acercarse a la vida, a la obra y a las esperanzas de una persona que irrumpió con tino en el mundo literario universal aportando aspectos propios de nuestro punto de vista, como diría José Ortega y Gasset. Va seguido de la reproducción de un ensayo que Mariano Picón-Salas escribió sobre Teresa no sólo elegantemente escrito, como siempre lo de Don Mariano, sino muy esclarecedor. Indispensable para acercarse a Teresa.
Caracas 22 de junio de 2024